El Terreno para cultivar jardines
Sería una verdadera fortuna poseer el terreno ideal, pero es confortante saber que con cuidado y sagacidad, podemos mejorar terrenos de particular naturaleza. Un buen cultivo con la ayuda de abonos y fertilizantes adecuados, transformarán un terreno pobre en uno cultivable.
Los terrenos de naturaleza arenosa, en la superficie son fáciles de trabajar, pero debajo esconden muchas insidias. Además no tienen una buena retención hídrica. La solución oportuna es incorporar lo más posible material orgánico y regar generosamente.
Los terrenos arcillosos, actúan al contrario de los arenosos, se cultivan muy bien, y es necesaria una limpieza intensa para asegurar un buen drenado. Para mejorar la estructura del terreno es necesario incorporar humus.
Abonos y fertilizantes
La tierra existente en nuestro jardín se trata como un complejo mundo biológico, para muchos es una simplicidad y también para las plantas, pero si se quieren obtener resultados notables esta última consideración se debe evitar. Es fundamental mantener el justo equilibrio del terreno de manera que las plantas puedan nutrirse asegurando un crecimiento regular.
En este capítulo nos limitaremos a dar una descripción sumaria de los abonos y fertilizantes que fácilmente se pueden encontrar en el comercio, a continuación reportamos solo algunos datos a título informativo sobre las características técnicas sobre la naturaleza biológica de los terrenos, aunque consideramos que estos argomentos pertenecen al ámbito de los agrónomos.
FUENTE:
http://hobbyefaidate.beepworld.it/giardino.htm