Todo comienza el día anterior al evento principal y es allí que se intuye inmediatamente que en París, como en Viena el año pasado y en Bruselas el año enterior, la máquina organizativa de las dos Asociaciones de categoría EDRA y FEDIYMA que concentra las más grandes firmas en el mundo del DIY y los principales proveedores de la Gran Distribución, ha trabajado de modo excelente. Si bien fue la edición dedicada al mercado Europeo, el número de los inscriptos (¡pagantes!) ha rozado las 500 unidades, ¡y es récord! Cómplice por cierto el espléndido lugar, el parque de diversiones de Disney de París, tal vez el constante aumento de intereses hacia lo que una seria y eficiente organización logra a poner en pie, tal vez los argumentos tratados, el hecho es que, cada año, las presencias a estos eventos continúan a aumentar. Esto me hace reflexionar, sobre cómo el espíritu de agregación en un ambiente competitivo como el de la Gran Distribución, logre de cualquier manera encontrar momentos para compartir, tan importantes donde, con el esfuerzo del grupo, el individuo logra llevar a casa informaciones e indicaciones vitales para el futuro; estos momentos asumen particular importancia para quienes, como Manager y CEO de importantes Empresas, tienen el difícil deber de tomar decisiones que determinarán el curso positivo o negativo de las respectivas Empresas. Gracias también a estos momentos de análisis, de comparación y de tiempo transcurrido junto a colegas de otros Países que se reciben input importantes y se intuyen las tendencias del mercado. Con este propósito, el sector de la Floricultura, particularmente, el del Centro de Jardinería es un argumento de gran interés y si solo hasta el año pasado era un sujeto tratado a márgenes del Congreso, en París el sector del Centro de Jardinería ha sido el argumento de primer orden y no por caso, justo con el título “DIY Home & Garden Improvement” llamaba la atención a un sector que, queramos o no, está atravesando una fase di transición a la cual todos los intérpretes deberán decidir si formar parte y ser intérpretes del cambio, o permanecer quietos en las propias convicciones con la certeza, más que un riesgo, de ser arrollados por el mercado que cambia.